Acostumbrada a trabajar en un mundo donde las nuevas tecnologías están copadas por varones, me llamó poderosamente la atención el título de un meetup que recibí hace unas semanas en el correo: “Meetup de mujeres del eLearning en Madrid”. Me apunté enseguida, dispuesta a conocer a otras profesionales del sector en mi ciudad.

Descubrí a un equipo de mujeres preparadas, inteligentes, divertidas, con un sentido crítico constructivo, defensoras de la calidad de su trabajo, de las oportunidades para innovar, para adaptar el conocimiento a las necesidades del alumno, y no la formación a las exigencias del negocio. Personas con perfiles profesionales muy dispares, una gran preparación y un interés común: El conocimiento sin barreras. Aquí os presento al equipo que conocí durante la primera sesión:

Araceli Sánchez: “Soy freelance en eLearning desde el año 2000. También he hecho enfoques diferentes desde el punto de vista más abstracto de metodología de aprendizaje, hasta la guionización pura y dura, pasando por hacer instrucciones para los programadores y diseñadores… todos los aspectos de este proceso los he tratado, en un montón de empresas diferentes, con ppt, con words, en todos los formatos. Temáticas, abarco las que sean necesarias, porque mi enfoque está por encima del contenido. Desde octubre de 2015 tengo una Sociedad Limitada con una persona contratada trabajando conmigo en temas de formación”.

Belén Casado: Llevo desde 2011 en eLearning; empecé dando formación presencial y descubrí el eLearning a través de un curso de experto de la UNED; la verdad es que me gustó, me pareció interesantísimo. A partir de ahí me cautivó totalmente. Me gusta mucho la creación de contenido, es lo que más me atrae. Yo cuando impartía formación presencial creaba mis actividades y luego vi que eso se podía digitalizar y trasladar con las nuevas tecnologías. He venido buscando ideas innovadoras, para hablar del eLearning, hablar del aprendizaje, de qué cosas se podrían estar haciendo y aún no se hacen”.

Chus Herrero: “No sé lo que soy. Llevo 15 años trabajando específicamente en formación y soy especialista en eLearning; lo he tocado desde todos los puntos de vista: Desde el informático, diseño instruccional, gestión, planificación, modelos, evaluación, tutorización… El aprendizaje me gusta desde todos sus ángulos. No me gusta hablar sólo de eLearning, sino que vamos a ver cómo podemos crear híbridos. Lo importante es aprender, es lo que me interesa”.

Laura: “Nunca me he dedicado a la formación; he estado trabajando muchos años en una teleco. Desde 2014 cambié totalmente el rumbo y aparte de sociología, me dio por estudiar sexología. Desde 2015 lo que hago son talleres online de venta de contenidos. Yo lo desarrollo, lo monto, lo grabo… lo hago todo, con la idea de ampliarlo a algo nuevo, orientado a estrategia de negocio, con el mismo foco pero con contenidos distintos. Vengo con ganas de aprender cosas nuevas”.

Leticia Lafuente: “A día de hoy, gestiono LearningLovers.org, cuyo principal proyecto es una revista digital para la divulgación de iniciativas que impulsan la incorporación de la innovación y las nuevas tecnologías en el conocimiento. He trabajado durante 13 años como jefa de proyectos senior en una consultora de formación online. Además de psicóloga educativa, soy licenciada en periodismo, y he trabajado cinco años en radio, tv, prensa y agencias de noticias. Estoy aquí para conocer a otras mujeres apasionadas por el conocimiento digital”.

María Jesús Antón: “No tengo ni idea de eLearning. Trabajé en un proyecto de la UNED de formación de formadores en introducción de nuevas tecnologías y ahí me enganchó el tema de la formación digital. Ahora he venido para aprender sobre eLearning y para aplicarlo a algo que tiene que ver con autoconocimiento y con comunicación desde el enfoque de la comunicación no violenta”.

Yojhana Amorin: “Llevo muchos años trabajando en formación y desde 2013 en eLearning. Hace muchos años se me ocurrió hacer algo parecido a este meetup, para que compartiéramos los proyectos de varias empresas; coincidió entonces que todas las personas con las que había mantenido contacto habían sido mujeres y por eso le propuse esto también a Belén. El objetivo era que compartiéramos las cosas que se hacen en los diferentes sitios por los que fuimos pasando, porque todas habíamos trabajado en los mismos sitios y eso también era curioso. Sin embargo, esa iniciativa no salió adelante porque la gente tenía, quizá no miedo, pero no les resultaba cómodo hablar de lo que cada una estábamos haciendo en nuestra empresa, ya que al final todas éramos competencia y en ese momento no estaban tan de moda las cosas colaborativas. Ahora ha cambiado un poco esta visión y por eso lo he vuelto a lanzar”.

¿Qué opinan estas mujeres del eLearning?

Durante una charla de hora y media en la cafetería de la Residencia de Estudiantes de Madrid, estas ocho profesionales que participaron en el primer Meetup de mujeres en el eLearning debatieron sobre su trabajo, sus expectativas, su visión del negocio, sus exigencias en la calidad de la formación, su visión innovadora. A continuación, presentamos algunas de las conclusiones que fueron surgiendo durante el evento:

Sobre el eLeaning en las mujeres y las mujeres en el eLearning:

• ¿Por qué mujeres en eLearning? ¿Nos diferencia algún aspecto? Ya es una realidad. De lo que podemos hablar no es de si existen mujeres en el eLearning, si no de cuál es la relación entre las mujeres y la tecnología que ya se está produciendo.
• En España, el eLearning es un sector un poco pequeño. Además de en Madrid, en Barcelona y en Andalucía también se están haciendo muchas cosas de formación on line.

Desarrollo de contenidos para empresas:

• En las empresas, si presentas por ejemplo un curso creado con itinerarios de vídeos de youtube, te dicen que no es serio, pero luego les presentas un proyecto a medida desarrollado desde cero y no están dispuestos a invertir. Tampoco quieren potenciar el conocimiento interno de sus empleados para crear píldoras en vídeo, porque los trabajadores pueden pedir derechos de autor, pueden dejar la empresa en cualquier momento, no son locutores profesionales… etc. ¡Hay un enorme desperdicio del talento dentro de la empresa!
• Hay que elaborar contenidos especializados por grupos de usuarios: No todo vale para todo el mundo: Los objetivos son distintos, los contenidos también. Sin embargo, muchas veces se ofrece lo mismo en todas partes y para todo el mundo. En ocasiones, no sabes para quién estás escribiendo el contenido, o bien no estás especializada en la franja de edad del alumno, pero te piden que lo hagas igual. A veces el contenido va a un determinado grupo de la empresa que es perfectamente identificable y que va a valorar la calidad de ese contenido, y no se está teniendo en cuenta.
• No todos los países aceptan el mismo tipo ni el mismo tema de formación. El mismo curso no funciona igual en todas partes.
• La Fundación Tripartita sigue unos criterios administrativos para asignar las bonificaciones y las subvenciones a la formación, y esto afecta a la forma de crear el contenido. Necesitamos salir de esa estructura.
• Por un tema fiscal para cerrar el año, también las empresas encargan cursos que no se pueden calificar de eLearning.
• Los interlocutores en las empresas no son personas que sepan de formación. A veces el cliente te valida obligándote a cambiar cosas anecdóticas en una pantalla, como una palabra por su sinónimo, sólo para justificar su puesto de trabajo.
• En una formación corporativa, se obliga a los empleados a seguir unos cursos sin contar con sus intereses ni sus necesidades reales.
• El nivel de abandono del curso puede llevar a perder a un cliente. Hay que hacer una campaña de comunicación dentro de la empresa para dar a conocer la formación.
• En los MOOCs se produce un alto nivel de abandono. Están destinados a personas que quieren aprender y son constantes, pero en España estamos acostumbrados a la “cultura del palo”.
• Con los proyectos reales, lo más importante es el análisis de las dificultades que has tenido a lo largo del proyecto para sacar conclusiones finales; son las lecciones aprendidas.
• Ya se dan casos de intranets de empresa con formación en abierto, con cursos de habilidades y temas técnicos de la empresa. La gente elige lo que quiere hacer y tiene mucho éxito.

¿Cómo podemos innovar?:

• Para el empresario, la innovación consiste en cómo conseguir hacer algo más barato en menos tiempo. Antes se hacía todo artesanal.
• ¿Cómo mejorar el aprendizaje y no darle siempre vueltas a lo mismo para que el alumno no se limite a avanzar de pantalla?
• Se habla mucho de gamificación, que ahora se aplica a todo, pero ¿conocéis a alguien que realmente haga gamificación?
• Al final, el que mejor se lo pasa es el que está diseñando el curso. Para crear un contenido, hay que decidir qué quieres contar y con qué metodología, y luego ya buscar la tecnología que responde a tu proyecto. Si empiezas buscando tecnología y luego haces el contenido, la calidad mermará y quedará restringida a unos límites previos.
• Hay que acabar con el concepto de “tragar contenido” y sustituirlo por algo que sea fácil de procesar por el cerebro. Para aprender es necesario hacer un esfuerzo, un trabajo mental; si no, no aprendes nada. El trabajo del alumno desde el punto de vista cognitivo es enorme, en atención, asimilación… pero eso no significa que el alumno tenga que sufrir. Ese esfuerzo no tiene que ser difícil, duro ni poco motivante y lo aprendido tiene que ser transferible a otras situaciones.
• En el colegio todo está hecho para premiar la memorización de lo que pone en el libro. Esto ocurre también en el aprendizaje de adultos. Los contenidos no están bien construidos. El aprendizaje implica cambiar de estado y eso no se facilita con la formación que tenemos. No se está generando aprendizaje, se están vendiendo cursos, posicionando formación en el mercado, y estamos tan acostumbrados a tener una calidad tan mala del contenido que no nos damos cuenta.
• Se quiere que el alumno obedezca, no que elija su propio método de aprendizaje. Los cursos son lineales y cerrados para facilitar el seguimiento y la evaluación. Habría que facilitar distintos itinerarios de aprendizaje para alcanzar el mismo conocimiento. Esto choca con la rentabilidad del proyecto. Se generan cursos cerrados, auto-contenidos. Quieren algo tangible, y un proceso flexible de aprendizaje no lo es.
• Cada uno debe moverse según su estilo de aprendizaje favorito. Ahora le damos lo mismo a todos y medimos cosas como el tiempo de permanencia en pantalla y si el alumno ha aprobado un test. Algo pendiente de medir es el cambio que la formación ejerce en la forma de trabajar del individuo y la transferencia del aprendizaje.
• No siempre la cantidad de horas de estudio equivale a más aprendizaje: depende también de la calidad. En la empresa, hay una falta de conocimiento didáctico y una falta de interés, porque es un negocio. En el momento en el que salimos del aprendizaje formal de las empresas, las nuevas tecnologías y los nuevos métodos abren un mundo alucinante.
• Algunas iniciativas de Project Based Learning (aprendizaje basado en proyectos) se están llevando a cabo por ejemplo en institutos con grupos de alumnos para para alcanzar objetivos propuestos por ellos mismos a través de un análisis de necesidades de su entorno inmediato, para solucionar un problema cercano. Se ha hecho ya una edición y ha funcionado: Han creado todo un proceso de trabajo, como si se tratara de un equipo de proyecto en una empresa, y han alcanzado el objetivo propuesto, ofreciendo una solución al problema detectado.
• También se están llevando a cabo proyectos de realidad virtual y realidad aumentada, como mostrarle a los niños el fondo del mar con unas gafas 3D. Es una experiencia inmersiva donde el estudiante se ve rodeado en tres dimensiones por los peces, las ballenas, los pulpos… Si se queda mirando fijamente a uno, se muestra un cartel con las características del animal; Se aprende de una manera divertida. Hay contenido, pero el esfuerzo del aprendizaje no es algo consciente ni costoso.
• Hay que potenciar el aprendizaje colaborativo: Aprendemos mejor en sociedad, compartiendo con otros estudiantes, porque somos seres sociales. En eso las tecnologías tienen mucho que aportar, sin renunciar del todo a la formación presencial.
• La comunicación humana está ligada al corazón. En comunicación interpersonal hay que potenciar las habilidades de cada individuo y no “encajarle” en una mecánica ajena. Se aprende ensayando y viéndose después, para analizar los errores y corregirlos.
• En la formación humanista, los cambios personales, emocionales, tienen que salir del propio individuo. En nosotros está marcada a hierro una serie de comportamientos automáticos aprendidos. Un cambio de valores, de ideas, es muy lento. Desaprendemos muy despacio. No puedes utilizar el mismo diseño instruccional para enseñar esto que para aprender mecanografía.

Escrito por Leticia Lafuente para LearningLovers.org.