La Semana de la Educación 2016 ha dado cabida a multitud de estands ocupados por algunas de las empresas más representativas del sector de la educación, la formación y la gestión del conocimiento. Hemos hablado con algunas de ellas sobre su oferta actual y a continuación os mostramos qué nos han transmitido:
European Airlines training centre:
“Nos dedicamos a la formación aeronaútica. Somos varias empresas, que cubren desde técnicos de mantenimiento de la nave, helicópteros y drones y la Escuela de tripulantes de cabina de pasajeros, que estamos autorizados y certificados por la Agencia estatal de seguridad aérea, y tenemos unas instalaciones que son las mejores de Europa: Tenemos un simulador de fuego y de humo, un simulador de un airbus 3 20 a escala real con todo el material de emergencia y todo tipo de simulacros de situaciones de emergencia que se puedan dar en un avión. Nosotros facilitamos el certificado de tripulante de cabina de pasajeros, que lo expide el Ministerio de Fomento a través de la Agencia estatal de seguridad aérea. Pasan un curso teórico y una formación práctica, con la que consiguen un certificado oficial para poder volar en cualquier compañía a nivel Europa”.
IED – Istituto Europeo di Design:
“Somos un centro superior de diseño. Estamos en la zona de Gran Vía de Madrid, en la calle Flor Alta, e impartimos cursos en diseño en cuatro áreas fundamentales: Diseño de moda, Diseño de producto, Diseño de interiorismo y Diseño gráfico. Un poco lo que hacemos, como todo lo que está en esta feria, está hecho por los alumnos, desde el stand hasta todos los proyectos audiovisuales, todo el merchandising, la línea gráfica… Invitamos a todos los alumnos a que colaboren con proyectos reales para que así sientan que su trabajo es valorado”.
“Por otro lado, impartimos workshops con profesionales del sector que van vinculando a los alumnos y preparándolos para el mundo laboral, y lo que buscamos es que el diseñador progrese. Otra de nuestras sedes que estrenamos en 2015 se llama el FabLab. Es donde tenemos nuestra maquinaria tecnológica de impresoras 3D, máquinas de corte láser…”
“Lo que buscamos con este stand es explicar de manera muy rápida qué hace cada diseñador. Por ejemplo, el diseñador gráfico hace todo lo que es ilustración, dibujo, hasta los proyectos audiovisuales de las pantallas. El diseñador de moda crea los vestidos de moda que tienen nuestros maniquís, que acaban de ganar premios en la Mercedes-Benz Fashion Week. El diseñador interior crea el propio stand y la lona que explica los proyectos de cada alumno, que son hechos por ellos mismos”.
“Nosotros somos la sede central del Instituto Confucio. Lo que hacemos es promocionar la enseñanza del idioma chino. Lo que estamos ofreciendo es tanto cursos presenciales como cursos a distancia. Nosotros certificamos los niveles de chino. Estos certificados son a nivel internacional. Preparamos a la gente para esos exámenes. Para esos exámenes los estudiantes pueden solicitar beca y hacemos campamentos de verano de 13 a 15 días. También apoyamos a los centros que están impartiendo chino con material didáctico y profesorado”.
“También tenemos una parte de cultura. Sí que es cierto que estamos más metidos en el tema de enseñanza, pero sí tenemos una pequeña parte de cultura. Ahora mismo, que hay muchas empresas que están interesadas en aprender chino, porque hay muchos negocios en relación con China, necesitan un pequeño protocolo. Hay un certificado, un examen de chino, el BCT, que está más enfocado al tema empresarial, a negocio, y la parte de protocolo también la toca”.
“Abarcamos todas las edades, desde niños de 3 años hasta gente ya mayor. Los cursos abarcan tanto la escritura como el habla; en empresas, el objetivo es el poder desenvolverte. Nuestros profesores la mayoría hoy en día son nativos. También hay españoles que son profesores de chino; mientras que tengan sus certificados, por supuesto”.
“El idioma chino ya lleva varios años en auge. Este idioma engancha bastante, porque como es una cultura tan distinta a la occidental, la verdad es que engancha mucho”.
“Entre los certificados de chino, los exámenes de chino, hay uno que se llama el HSKK, que tiene por ejemplo seis niveles. Para un nivel uno, son unas 35-40 horas de dedicación para superarlo. La complicación viene a partir del tercero, porque ahí es donde desaparece la transcripción fonética, que se llama pinyin, que es lo que necesita el extranjero para aprender el idioma. A partir de ahí ya se necesita bastante tiempo. Para tener una conversación más o menos fluida, que sería un HSKK 4, llevaría cuatro, cinco añitos, para desenvolverse”.
“Nosotros somos investigadores, somos profesores de universidad. Nos hemos dado cuenta de que esta sociedad necesita que nuestros ciudadanos se empoderen un poco más de lo que está ocurriendo hoy día, a medida que la gente acaba la universidad para obtener un bonito título y acabar en el paro porque el mercado no absorbe. Hay una realidad que no podemos perder de vista y es que o empezamos a ser competitivos, o siempre nos vamos a quedar cultivando el campo y cuidando caballos o sirviendo cafés. Es verdad que las nuevas tecnologías propician unos nichos de mercado espectaculares; lo que pretendemos es que a través de acciones de capacitación de la gente, podamos formarlos, podamos emponderarlos, para poder abarcar y empezar a estructurar estos nuevos nichos de mercado, de manera que salga una industria bien estructurada”.
“Hemos empezado con este ciclo formativo de Realidad aumentada y Gamificación y que conecta con los videojuegos, que es la forma de llamar la atención, pero que cuando nuestros alumnos empiezan a hacer el curso, se dan cuenta de que existen otras posibilidades más allá de los videojuegos. El videojuego es un sector magnífico, con un techo prácticamente ilimitado; también es verdad que ahora confluyen muchas personas para realizarlo, y esto satura el mercado. Entonces, nosotros creemos que si empiezan a darse cuenta las personas y las orientamos en otras direcciones, como puede ser hacer películas interactivas, vídeos pedagógicos o docentes, este tipo de instrumentos conectan muy bien con las personas porque genera experiencia y transmite muy bien aquello que se quiere comunicar”.
“Hemos empezado con este ciclo formativo de grado superior, pero luego pretendemos abarcar todo el catálogo de profesiones asociadas a estas tecnologías. Ahora se ha puesto muy de moda el curso de piloto de drones. Entonces, nosotros observamos este curso de piloto de drones, y nos preguntamos: ¿Por qué alguien no se preocupa de hacer el curso de piloto de drones, el curso de mecánico de drones, el curso de tuneador de drones, el curso de comercialización de servicios para drones, el curso de diseñador de servicios de drones? Con ello, empiezas a dar muchos servicios que pueden llegar a otros públicos de nuestra sociedad que de alguna manera por la situación que hemos pasado están expulsados del mercado, como puede ser gente de 45 ó 50 años, que gracias a este tipo de desplegamiento de catálogo, le ofreces una oportunidad de reinsertarse en el mercado de manera cualificada. Esto es lo que pretendemos a través de esta fundación que es muy joven; se constituyó en 2015, y ha comenzado con esta actividad que está teniendo mucho éxito. Si tenemos suerte y nos salimos, podemos llegar a ayudar a muchas personas a encontrar una nueva oportunidad profesional cualificada que nos beneficiará a todos”.
“Hemos empezado en español. Ahora tenemos que ver hacia dónde le interesa o es más conveniente para nuestra ciudadanía empezar a construir y a estructurar esta industria, y a partir de ahí consideramos que el inglés es inevitablemente necesario, y va a haber que ir incorporándolo, aunque no queremos que de entrada sea un requisito único, porque pensamos que si hiciéramos eso podría constituir una barrera para colectivos a los que queremos y nos interesa acercarnos, como son mayores de 45 años y chicos o chicas en edad de exclusión o de riesgo social. Si nosotros hacemos ver y entender a nuestros alumnos cuando se están formando que si luego incorporan el inglés como valor añadido a su oferta, mejorarán en competencia, los podemos dejar más o menos encarrilados y bien orientados, cosa que si lo introducimos ya de entrada, creemos que podría generar un rechazo que no deseamos”.
“Cuando una persona desempleada se acerca a nosotros, intentamos construir con ella un discurso para tratar de comprender cuáles son sus vocaciones, porque para construirnos una zona de confort en nuestra sociedad, muchos de nosotros vivimos imitando el comportamiento de personas mayores, y a ciertas edades nos empezamos a dar cuenta de que quizá si hubiéramos sido más abiertos, si hubiéramos huido de esa zona de confort, hubiéramos probado profesiones más alineadas con nuestra vocación, algo que nunca hemos descubierto, y seríamos personas más felices y mejor construidas”.
“A las personas que se acercan a nosotros, mayores de 45, de 50 o de 30, no expulsamos a nadie, vemos si a través del diálogo, de una explicación bien fundamentada, somos capaces de alinear lo que puedan ser sus vocaciones ocultas, descubiertas o plenamente manifestadas para que se conecten con aquellos ámbitos de esas nuevas tecnologías para que puedan construir una persona muy motivada, de forma que el producto final haga que surja una persona empoderada, una persona capaz y competitiva que nos permita mejorar la situación en la que nos encontramos”.
“Nosotros intentamos manejar diferentes recursos. El ciclo superior tiene un coste inferior al de mercado, que nos permite obtener fondos para realizar actividades propias de la fundación, que es sin ánimo de lucro, para que quienes se lo puedan pagar ayuden a los que no puedan pagárselo”.
Escrito por Leticia Lafuente para LearningLovers.org.