El antiguo colegio de San Estanislao de Kostka (SEK), en Atocha, 45, de Madrid, es ahora un proyecto que combina la divulgación científica con la recepción de huéspedes. Desde Learning Lovers.org tuvimos la oportunidad de hablar con su equipo directivo para que nos explicase el origen de la idea y sus principales objetivos. Éste es el resumen de lo que nos han trasladado:
“La idea parte de Alejandro Farkavets, que es el gerente, y surge de la propuesta de quedarnos con este edificio. Dentro del mercado de los Hostels, había que diferenciarse de alguna manera. Otros se diferencian con una discoteca, un pub… otro tipo de actividades. Nosotros apostamos por la actividad científica, pero científica de base.
Queríamos que el Hostel fuese compatible con otro tipo de actividades que pudieran ser de interés para la ciudad. Contamos con una sala polivalente que queríamos abrir a la calle.
En la escalera de incendios tenemos además una pequeña exposición de arte. En realidad, la escalera de incendios fue la que nos posibilitó hacer esto: Aquí nadie sabía solucionar la escalera de incendios. Nosotros hicimos una propuesta que se aceptó y nos quedamos con el edificio. Esta escalera no es meramente funcional, sino que hemos pensado en ella como un espacio que es algo más.
El Hostel está pensado para ser un centro de encuentro con gente que tenga los mismos intereses. Las ponencias son focos de atracción para gente con un punto de interés común. Al estar en una zona turística, podemos ser un foco de atención también a nivel europeo.
Estamos abiertos a que venga gente con nuevas ideas y proyectos. Los ponentes son los que organizan los actos, las horas de participación, los días, no los gestores del hotel. Queremos ampliar el grupo, que vaya creciendo, para que se reúnan una o dos veces al mes. Vamos a elegir temas científicos actuales, como la materia oscura, para atraer a más gente que ve hablar de ello en los medios de comunicación y quiere saber más.
Nos recuerda mucho a lo que en los años 70 y 80 eran los colegios mayores de Madrid. Gente de fuera venía a estudiar a Madrid y los colegios mayores tenían una serie de actividades para la gente del colegio y para la gente de la ciudad. Esto prácticamente ha desaparecido. Ahora todos tratan de hacer política a través de la cultura, que se ha convertido en mero espectáculo. Lo nuestro es una propuesta desde lo particular, lo privado, para hacer una cultura de base.
Queremos crear ese ambiente, ese grupo de personas que saben lo que se necesita, porque están en la calle. Queremos que sea atractivo para gente de aquí, que lo considere un “club” de ciencia, donde te puedes quedar hasta las tantas, o incluso si quieres, te puedes quedar a dormir.
Hacemos dos actividades al mes. Participa gente joven. Lo más divertido es cuando acaba, con la tertulia y el contacto directo con el científico, con las personas que asisten. Es muy importante cuidar a la gente que imparte las ponencias, porque es más fácil invitarles a repetir que atraer a nuevos expertos. Queremos crear el núcleo duro.
Las ponencias son tanto en inglés como en español. Los ponentes participan porque les apasiona la ciencia, se dedican a ello. Forman parte de un programa de doctorado europeo que les exige no sólo investigar, sino también divulgar y adaptar su nivel de explicación a todo tipo de público. Es muy sencillo participar, no requiere papeleo. El proyecto no sólo está abierto para doctorandos, sino también para cualquiera que tenga una idea diferente sobre ciencia y quiera hacer una exposición.
Todas las ponencias se graban y se publican en el canal de youtube. También hay una cuenta de instagram, página de facebook y cuenta de twitter.
Una clienta del Hostel descubrió el proyecto cuando se alojaba aquí y se ha unido también a participar.
Una parte muy importante de lo que es el proyecto Hostel ConCiencia es que tanto el tema de la difusión, como el diseño y maquetación que se utiliza para la promoción de eventos, es hecho en su totalidad de forma interna también; Renzo Pineda es la mano ejecutora de todo esto y se encarga de la logística de las ponencias.
Hostel ConCiencia tiene una combinación perfecta entre Divulgación y Creatividad por parte de los miembros. Sin comunicación y marketing, esto no sería posible en la era en la que estamos.
La divulgación es imprescindible y genera la necesidad de seguir aprendiendo. La gente en general tiene una información muy dirigida. Sin embargo, aquí existe el contacto personal, directo con un científico. Esto hace que surjan posibilidades, preguntas, que no estaban programadas. Tener cierto contacto analógico en una cultura digital fomenta la motivación vocacional, porque te permite pertenecer al grupo, conocer a la gente.
Conocer a científicos en activo es muy importante, porque están al día de lo que se está haciendo. Es una labor divulgativa. Para los ponentes es una oportunidad, es un espacio libre que pueden utilizar.
Estamos abiertos a escuchar y a adaptarnos a lo que quiera el ponente. Necesitamos crecer. El espacio está preparado para la ponencia, con los medios técnicos. El ponente pone el contenido. También tenemos un patio abierto donde es posible hacer experimentos.
Estamos creando un paisaje que es perfectamente compatible con los huéspedes del hotel. Es un paisaje que se pueden detener a contemplar y con el que pasar un rato charlando con gente de la ciudad.
Es un lugar informal, sin reglas estrictas a las que atenerse. Nosotros también somos un poco informales: queremos experimentar, queremos hacer cosas nuevas. No dependemos de nadie ni estamos adscritos a ninguna ideología o tendencia. No nos están apadrinando. Somos libres para hacer lo que queremos. Creemos que este tipo de sitios hacen falta en Madrid”.