Ubiquotechs.com | Entrevista con Rafael Gerardo Weisz y Pablo Sánchez

Desde LearningLovers.org, asistimos a “Cheque innovación”, una sesión de trabajo organizada por la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicios de Madrid. Allí tuvimos ocasión de conocer a Rafael Gerardo Weisz, quien nos ha presentado su proyecto Ubiquo, junto a su partner Pablo Sánchez. Ellos nos lo cuentan en primera persona:

El origen de la idea

Rafael Gerardo Weisz:

“Nosotros cuando comenzamos lo teníamos súper claro. Estábamos trabajando con aplicaciones interactivas, pero nos dimos cuenta de que con la tecnología que hay, la única forma en la que se puede crear este tipo de aplicaciones es haciéndolas a medida, y eso encarece muchísimo el desarrollo. Por eso, tanto en la parte electrónica como en la parte de desarrollo de espacios interactivos, utilizamos una tecnología horizontal donde con html y javascript, que es lo que se utiliza para crear una página web, se pueden crear fácilmente las experiencias.

El objetivo de Ubox, que es la tecnología que tenemos, es hacer que el entorno sea capaz de reconocer los impulsos; los va recibiendo a través de diferentes sensores, para que luego las aplicaciones respondan a esos impulsos. Digamos que hemos simplificado la creación de estos espacios que reaccionan a cómo se mueve la persona.

Al final, hemos estado trabajando es una vía alternativa a lo que hay; vemos un poco de inercia en el acceso a las tecnologías tal y como las conocemos. Estamos trabajando en crear experiencias mucho más naturales de acceso a la tecnología. Se trata de crear una interacción fluida donde las personas y las tecnologías nos fundamos como una sola cosa y que sea parte de una evolución de la sociedad, que no sea todo dependiente de un dispositivo. Obviamente no pensamos reemplazar lo que ya hay, porque está bien, pero pensamos que está muy saturado. Hay un montón de sistemas, aplicaciones, páginas web, que sería bueno cuestionar hasta qué punto son útiles. Más que productos, nos proponemos crear filosofía, una tecnología, un protocolo, nuevos patrones de diseño, nuevos planteamientos de tecnología donde la persona sea el centro y sea la tecnología la que se adapte”.

Pablo Sánchez:

“Una forma más literaria de entenderlo es como Alicia en el País de las Maravillas. Todo el mundo tecnológico está al otro lado del espejo. En este caso, esos espejos donde lo vemos son las pantallas del ordenador o del teléfono. Nosotros lo que queremos es que la experiencia digital no esté al otro lado del espejo, sino que la tengamos nosotros directamente, sin la pantalla para acceder al otro lado, ni el teclado ni el ratón”.

Rafael Gerardo Weisz:

“Es muy importante entender eso, porque de esa manera tiene sentido que la educación sea una de las áreas donde podamos influir. Pero claro, la educación es todo. Un cambio de filosofía y de experiencia en esos entornos por un lado puede favorecer el aprendizaje, puede ser que lo haga mucho más divertido, creativo; pero por otro lado, probablemente el alumno de esa manera pueda encontrar nuevas ideas de negocio, nuevas opciones de trabajo; ahora se están viendo los trabajos que van a ser sustituidos por la tecnología, pero no se está pensando tanto en los trabajos que van a surgir fruto de la propia tecnología. Nosotros creemos que no hacen falta tantos programadores, pero sí van a hacer falta figuras de entrenamiento, que ahora mismo en un departamento de tecnología no se contempla”.

Pablo Sánchez:

“Las tecnologías que estamos viendo son bastante avanzadas y están abriendo camino ahora mismo. Sin embargo, nuestro trabajo es garantizar que el acceso quede abierto para todos. En el campo de la formación, incluso niños nativos digitales puedan acceder con mucha facilidad a estos entornos personalizados. Es muy sencillo de usar. Lo único que hay que hacer es moverse”.

Rafael Gerardo Weisz:

“En ese sentido, nosotros lo que buscamos es una forma nueva de reutilizar lo que ya existe. En los últimos años, los dispositivos que utilizamos son cada vez más modernos, más rápidos, más potentes, pero nosotros nos apoyamos en el dispositivo y además en toda la infraestructura que hay en el mundo tecnológico, en el tema de comunicación, en los protocolos de seguridad, algoritmos, inteligencia artificial… Un montón de cosas que hasta ahora o bien están ocultas, porque no todos los sistemas utilizan ese tipo de tecnologías, o solamente están en ciertos sitios, ya que no está popularizado todavía.

Nosotros intentamos que el 100% de las personas puedan acceder a las tecnologías, apoyándonos en cosas que ya existen y creamos una nueva estrategia para llevar esa tecnología  a la persona sin importar sus características físicas. A partir de ahí, nosotros hemos creado plataformas, herramientas con las que es muy fácil crear ese tipo de experiencias. Muchas veces hacemos la comparación con Disney: Lo que te crean en Disney World son experiencias, y esas experiencias no son solamente los muñecos que se mueven; esos muñecos se tienen que mover justo en el momento adecuado y hay un feedback, hay un ruido que emiten las personas cuando gritan, cuando se sorprenden por algo. Ese ruido provoca que se muevan las luces… Nosotros creemos que lo que estamos haciendo es el sistema operativo que hubiera querido tener Walt Disney en su momento. Ahora mismo, si se quisiera plantear hacer un desarrollo como ése, tendrían que hacer toda la electrónica, todos los dispositivos de comunicación, programación, para que si hay un cambio en la reacción, éste afecte al comportamiento del entorno. Con nuestra tecnología, puedes trabajar ese tipo de experiencias de manera sencilla.

Esto surge básicamente por la crisis. Nos preguntamos cómo podíamos destacar entre todas las empresas de programación. Como salir desnudos por la calle no era una opción, comenzamos a ver qué cosas podíamos hacer que no tuvieran otros. Unos amigos nos recomendaron que probáramos kinect, un sensor muy potente que venía de Xbox para traquear, analizar los movimientos de la persona. Dio la casualidad de que estuvimos en un espacio de coworking y conocimos a un DJ que hacía música electrónica con su cuerpo, la grababa y luego la editaba. Como hacía movimientos que parecían gestuales y luego había sonido, nos acercamos a él a ver si lo hacía con kinect, y nos dijo que no, que él lo que hacía era que simulaba los movimientos junto con los sonidos para que diera esa sensación. Le preguntamos que si podíamos experimentar con él para tener el objetivo concreto de intentar hacer una aplicación que recogiera sus movimientos y que diera sonidos. Así comenzamos y empezaron a llamarnos, nos invitaron a participar en eventos, y una vez nos fuimos metiendo y probando el entorno, nos dimos cuenta de las limitaciones que tenía y de que había mucha gente a la que le interesaban ese tipo de cosas, porque era muy llamativo: tanto a las empresas como a los tecnólogos les interesaba saber de qué iba. Pero claro, en plena crisis es muy difícil que una empresa deje de hacer los trabajos que tiene que hacer para ponerse a probar una tecnología nueva sin saber si va a dar rentabilidad económica. Nosotros lo que hicimos fue desarrollar tecnología y pulir la plataforma. Cuando estuvo más o menos avanzado, lo situamos en distintas empresas, aplicamos al programa Horizonte 2020 de la Unión Europea y ahí nos dieron 50.000 euros a fondo perdido y asesoría. Entonces, le dimos el empujón definitivo a la última versión, en la que venimos trabajando desde 2014”.

Ubiquo en el sector educativo

Rafael Gerardo Weisz:

“Con esta tecnología se aprovechan más los espacios y el feedback es mayor, porque con estos sensores podemos obtener datos como niveles de ruido, nivel de oxígeno, temperatura, humedad, una serie de factores que, combinados con la acción que se hace en la aplicación, permiten plantear experiencias educativas que se diseñen con mayor riqueza.

En concreto, hemos trabajado con escuelas como el Trinity College, donde hemos hecho una jornada de tecnología, hemos colocado un entorno interactivo y hemos hecho pruebas para ver cómo reaccionan diferentes edades a diferentes tipos de aplicación.

Hemos visto cómo a nivel social ayuda a los estudiantes, porque no son aplicaciones que se usan de manera individual a través de un dispositivo, sino que son aplicaciones que de manera abierta reflejan sus gestos en comparación con los de los otros; se tienen que apartar para dejar que otro compañero juegue, el feedback es automático…

En diferentes edades, desde los más pequeñitos hasta los más grandecitos, probamos las aplicaciones y a todos les resultó interesante la experiencia. No hemos hecho una aplicación de educación para que esté permanente en un sitio, pero sí hemos estado en contacto con ese colegio y ha sido un éxito, no solamente con los niños, sino también con los padres y también con los mismos profesores, que se sorprendieron de las posibilidades que daba a nivel didáctico, primero porque es fácil de hacer y luego porque el resultado final es muy llamativo.

También hemos colaborado en el Centro público de Educación espacial María Soriano de Carabanchel. Es la escuela de Madrid con niños con mayor compromiso motriz y también gestual. Hemos estado trabajando desde 2014 haciendo pruebas, inicialmente sin ningún tipo de proyecto concreto. Estamos probando la tecnología interactiva, de modo que no haga falta tener ningún dispositivo en la mano, y viendo cómo a nivel didáctico hay soluciones que le pueden venir bien, probando diferentes formas de interacción.

Lo que hemos detectado es que a nivel psicológico y a nivel emocional hemos conseguido muy buenos resultados con los chicos, porque no hay nadie que tenga que ayudarles para poder sentir que el mínimo movimiento que pueden hacer se refleja en algo. Ese simple hecho que para personas sin dificultades motrices es muy normal, para ellos es una pasada, porque por lo general, ellos necesitan asistencia de los profesores, de aparatos, etc.

Hemos conseguido buenos resultados. Por ejemplo, hay el caso de un chico que tiene ELA, que sólo puede mover la mano derecha y un poco el pie izquierdo; le pusimos una aplicación de dibujo que nosotros habíamos desarrollado para dibujar con las manos; a él le gustó muchísimo ver cómo con su mano derecha podía ir dibujando formas en la pantalla y de manera natural levantó su pie izquierdo y consiguió dibujar. Ni siquiera nosotros sabíamos que con la pierna se podía dibujar. Sorprendió a los profesores, también. Lo que estamos comprobando con eso es que los problemas de accesibilidad no son de la persona, sino de la propia tecnología que se desarrolló para un grupo especial de personas en su momento, y todavía mantenemos esa inercia.

Tenemos otro ejemplo también de comunicación, con sistemas en los que utilizando gestos pueden elegir la respuesta a preguntas que les hacen, de modo que las posibles respuestas que les llegan son analizadas de forma inteligente según el contexto. Sin tener que escribir “hola”, el sistema puede ver el contexto de la conversación y ponerle la opción de “hola” como respuesta para que la elija. Ese tipo de cosas son las que estamos probando en el colegio con un resultado positivo.

También para los propios profesores ha sido muy satisfactorio, ya que no tienen que apoyarse en un dispositivo. El no tener nada en la mano es súper importante para ellos, porque están constantemente agarrando a los niños, cogiéndoles las manos, etc.

A parte de estas pruebas que hemos hecho de interacción, como tenemos pensadas un montón de soluciones, las hemos testado también. Por ejemplo, a medida que los alumnos van accediendo a clase, el aula como entorno va pasando lista. Hemos diseñado también dispositivos para que ciertos gestos de los chicos se interpreten, y también desde la consejería de educación de Madrid nos encargaron llevar a empresas del sector privado a estos entornos para charlar, presentarles el sistema. Pudimos probar diferentes dispositivos de psicomotricidad, comunicación…

Lo más importante es la vinculación que hemos visto entre el uso de estas tecnologías con el sector laboral. Lo que intentamos es que estos niños potencien lo que sí pueden hacer y que en eso pasen todo el tiempo, entrenando la tecnología para que les entienda y que tengan la capacidad de decir lo que quieren.

En República Dominicana estuvimos trabajando con un colegio que utiliza Mindcraft para enseñar a los chicos a hacer aplicaciones para móviles. Nosotros hablamos con el director y le planteamos esto, y están muy entusiasmados, porque lo que le estamos planteando es crear la primera escuela con un aula 4D, interactiva. Es un colegio para niños ya mayores, de 12 a 17 años.

Lo que les estamos proponiendo es que las prácticas que hagan de aplicaciones interactivas sean para llevar esas aplicaciones a escuelas que tengan bajos recursos. La tecnología cambia la vida de la gente. Es por lo que yo me metí en tecnología. Lo que nos imaginamos es que haya un laboratorio de desarrollo en esta escuela, donde ellos prueben todas las interacciones, pero luego tengan también la experiencia de coger todos los equipos, ir a edificios, implementarlos, ver los errores, ver qué oportunidades de mejora tienen, volver al laboratorio… Estarían trabajando con Big Data, con machine learning, con las últimas tecnologías”.

Ubiquo y los mayores

Rafael Gerardo Weisz:

“También hemos trabajado en entornos de personas mayores, donde hemos hecho pruebas para ejercicios mentales. Con estas personas ha sido un éxito, porque a esa edad mantienen la conciencia de lo que fueron y se frustran, creen que la tecnología es difícil… Este tipo de tecnologías permite que ellos accedan a una cosa sin tener que conocer tanto el procedimiento. En las personas mayores es súper útil, porque pueden acceder al periódico, pueden hacer un montón de cosas, y al mismo tiempo podemos ayudarles en los centros de día a hacer un montón de ejercicios de memoria, matemáticas… Con esto hemos hecho pruebas básicas de interacción, pero ya hemos planteado más posibilidades con la aplicación.

Otra cosa que hemos pensado que podría ser útil en determinados entornos es el tema de las redes sociales, primero para que se sientan integrados, y segundo porque es un buen mecanismo de comunicación. Con Ubox, se pueden crear espacios donde al acercarse a la pared, el sistema ya sepa quién eres, te identifique en facebook y te ponga las últimas fotos de la familia, para que puedas con gestos simples hacer “like” o enviar ciertos textos a perfiles determinados o un mensaje privado a los familiares. Se crearía una capa nueva sobre facebook donde con pocos gestos sea posible interactuar y con sólo quitarte de delante, se cierre la aplicación.

En las pruebas con personas mayores, había un señor mayor que siempre estaba acostado, como esperando a morir. Cuando vio al resto interactuar de manera natural, se puso en pie y comenzó a moverse él también”.

Planes de futuro

Rafael Gerardo Weisz:

“Nosotros lo que estamos buscando son partners, compañeros de viaje especialistas en cada sector, que tengan los canales para poder vender nuestra tecnología.

La estrategia es ofrecer talleres y formación para que los especialistas conozcan este tipo de aplicaciones. Queremos localizar partners en diferentes sectores como educación, marketing, comunicación, publicidad, seguridad, industria, eventos, sector público… Esto tiene aplicación en prácticamente todos los sectores. Estamos identificando empresas o grupos de emprendedores que quieran utilizar esta tecnología”.

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